Los ángeles estan con nosotros
Fresia tiene una Maestría en Arte y sus obras han sido valoradas y tasadas con excelencia por parte de entendidos dentro del ambiente internacional. Fue hace muchos años, cuando descubrió que sus trabajos durante el tiempo que aún era estudiante de arte, definidos desde el realismo mágico, eran proféticos en cuanto a sucesos que se plasmarían más tarde en su vida, así como en eventos planetarios.
Sin embargo, nunca quiso asumir esa característica ni hablar al respecto. Mucho tiempo después, mientras vivía en el desierto de Atacama y al decidir una nueva incursión pictórica en esos lugares andinos una nueva experiencia la llevó a re plantearse su silencio.
Al comenzar a pintar su primer cuadro, algo la detuvo, y una inspiración que parecía provenir más allá de si misma la llevó a cambiar totalmente su fórmula acostumbrada, descubriendo con asombro que en esa inspiración había una conducción, una guía que le iba indicando como proceder.
Vio entonces aparecer ante sus ojos, a través de finas pinceladas, unos rostros fuera de lo común, rodeados de formas y colores arcoíricos que mostraban entornos específicos.
“Somos lo que ustedes llaman Ángeles, y ha llegado el momento de irradiar más cerca vuestro y será a través del arte como mejor lo haremos”, fueron las primeras indicaciones sin sonido que sintió en su interior. “Mancha las telas y espera que nuestros ojos aparezcan, luego comienza a destacar con mucho cuidado y precisión, delicadamente, sin imponerte sobre lo que vayas observando. Junto a nosotros aparecerán nuestros reinos, y obras”.
A partir de ese momento, Fresia decidió darlos a conocer y ya ha pintado más de 100 ángeles, que se han repartido por Chile, México y muchos otros países. Pero eso no es todo, hoy esa aventura tiene un nuevo norte, y sobre ello hablaremos en esta entrevista.
P. ¿Cuál es tu relación con los Ángeles?
R. La verdad es que mi norte, pese a tener que ver con la recuperación del ser original, la unión ciencia-espíritu, en fin, con el ser intrínseco – Amor que somos, y el hecho de haber nacido dentro del ámbito católico, aunque hoy me declaro partícipe de la esencia de todas las grandes religiones que al fin y al cabo son una en distintas épocas y culturas, nunca tuve una especial inclinación a estos seres. Siempre sentí que mi camino iba por otro lado. Sin embargo, cuando tuve esa vivencia en el desierto, pese a que me di cuenta que si me había encontrado con esta experiencia, era más bien por mi lado artístico más que por lo que pudiera ser mi relación con ellos, de inmediato se tejió un hilo invisible y cómplice entre esas maravillosas formas de vida y mis experiencias.
En el seminario de activación de la G.Pineal uno de los puntos que tocamos respecto a aprender el arte de la vida entrega una definición de Arte que es: La correcta expresión externalizada de la percepción de la perfección creativa superior. Creo que estamos en un momento planetario en que la humanidad puede alcanzar nuevos estados, más cerca de nuestra identidad, es decir una frecuencia más alta que nos permite acceder a nuevos campos de creación y de conexión con fórmulas de vida que antes eran más lejanas. Y estoy segura de que algo así fue lo que detonó esta facultad.
Desde luego, sé que hoy en día son muchos los pintores a través de mundo, que están en tareas similares, pues corresponde a ramas del nuevo arte que debe esplender en la Tierra. Aquel que nos eleve, nos guíe y nos aliente, que nos entregue el verdadero sentido del arte irradiante y vivo.
P. Hace ya más de 15 años que tuviste la experiencia de la llegada de ángeles a tus pinturas, ¿qué ha pasado desde entonces?
F. Cuando los ángeles hicieron su aparición por primera vez, plasmándose en mis telas bajo su inspiración, lejos estaba de imaginar que ellos podrían en el futuro acercarse a nosotros en una forma mucho más personal y directa, también a través de la pintura.
Recuerdo esa primera vez. Elizabeth se acercó a mi esa tarde para decirme que ella quería que pintara su ángel personal. Muy sorprendida por lo insólito de su encargo me apresuré a decirle que eso no era posible pues yo no controlaba sus manifestaciones pictóricas, pero ante su insistencia y mis propias interrogantes decidí probar.
Tuve cierta aprehensión, temía tal vez estar incurriendo en una especie de infracción celestial al arrogarme el derecho de imponer a estos inspiradores una fórmula distinta de expresión. Sin embargo, me sorprendieron sus resultados. Al terminar el cuadro, no sólo había aparecido el ángel personal sino que traía consigo una historia profunda y guiadora para este tiempo, que ella reconoció en sus íntimos eventos.
P. ¿Qué ocurrió entonces con la anterior fórmula pictórica de estos ángeles?
R. Pues, se modificó a partir de ese primer intento. Dados los resultados, comenzaron a llover los encargos y entonces supe que la cercanía angélica a través de la pintura se había definido y también profundizado. A partir de ese momento, comencé a pintar sólo ángeles personales y hoy se con certeza que es lo que ellos han promovido para estos tiempos, al menos en lo que a mi concierne.
P. ¿Podrías darme algunos ejemplos de estas influencias individuales, dentro de las obras que fuiste entregando?
R. ¡Uyyy!! Tengo para escribir otro libro. Déjame ver… es difícil hacer una selección. Comenzaré por contarte acerca de dos ejemplos que correspondieron a los primeros ángeles que pinté, antes de los personales.
Un día recibí un llamado telefónico de parte de la madre de una adolescente que tenía su pintura puesta en su habitación. Me dijo que su hija quería saber por qué a veces salían esferas o burbujas de colores desde el cuadro. No terminaba de discernir cual sería mi respuesta en medio de mi asombro, cuando ella comenzó a exclamar “¡No puede ser!, ahora mismo están saliendo unas esferas arcoíricas y se van por la ventana”. Te imaginarás que me quedé tan sorprendida como ella.
El segundo caso se refiere al esposo de una mujer que había estado en mis seminarios y que decidió darle de regalo una de las pinturas para su aniversario.
Ese ángel tenía, entre sus potencias, la de proteger. Al cabo de un tiempo me fue a visitar para decirme que ese ángel había salvado a su marido de morir violentamente. Él era arquitecto y en esa ocasión estaba inspeccionando un edificio de altura en construcción. Se encontraba en el quinto piso cuando perdió el equilibrio y cayó al vacío.
Luego de llevarlo inconsciente al hospital, al llegar se pudo constatar que no tenía ni un rasguño, sólo la pérdida de conciencia por el shock del evento y que recuperó casi de inmediato. Cuando despertó el médico le dijo “A usted lo salvó un ángel”, “efectivamente” le respondió. En su caída vio la imagen del cuadro pero mucho más luminosa.
Otros ejemplos relacionados esta vez con los ángeles personales. Una mujer que recibió su pintura angélica había estado trabajando por un largo tiempo el perdón con miembros de su familia. El día que dio por terminada en forma exitosa su tarea, al entrar a la sala donde tenía el cuadro, la sorprendió descubrir que aparecían elementos nuevos en la pintura. Al acercarse notó que se habían escrito en color dos nombres perfectamente definidos: Antonio y María. No dando crédito a lo que veía pidió a su hija que corroborara su descubrimiento. Efectivamente ella confirmó esta manifestación. Entonces reconoce que justamente había dos miembros de su familia, un abuelo y una tía que pasó por alto en su cometido y con quienes mantenía aun ciertos enlaces difíciles cuyos nombres eran precisamente Antonio y María. Así fue como completó definitivamente su propósito.
Creo que esos ejemplos bastan, te puedo agregar que estos cuadros irradiantes guían, apoyan, y son cambiantes pues suele aparecer nuevas imágenes o diluirse otras en relación a los eventos de la persona.
P. ¿Podrías decirme el motivo por el cual estos seres se expresarían mejor a través de la pintura?
R. Lo que sucede tiene que ver con el campo lumínico o electrónico al cual pertenecen. La descomposición de la luz al entrar en nuestra atmósfera se fragmenta en colores, como por ejemplo el arcoíris. Los tonos o rayos según su intensidad y color contienen una manifestación específica de ella. Siempre son tonalidades muy diáfanas, así como vemos las fotos de galaxias o nebulosas en el espacio. Así, estas formas de vida se manifiestan en tonalidades de sus propiedades individuales que parten del espectro lumínico que ellos son. Es su radiación y según los colores son sus influencias y características.
Por eso es que a través de la pintura será como mejor puedan irradiar en nuestro ambiente.
P. ¿Cómo te arreglas para llevar adelante tantas actividades como son tus viajes, conferencias, libros, talleres y compatibilizar con esta tarea?
R. Es mágico, se me dan los espacios para tomar estos encargos en medio de mis actividades. Hay una lista de espera que voy cumpliendo en la medida de mis posibilidades y que siempre se realizan en armonía.
Desde un Planeta de LUZ, estos ángeles vinieron a demandar sentimientos de ALTA FRECUENCIA a nosotros, seres terrestres y habituados a lo contrario. Desde un espacio interior vinculado a lo infinito, seres luminosos, simplemente nos contemplan desde el corazón y con sus colores y formas nos piden que los acompañemos en sus procesos de LUZ, que a la vez son también nuestros. Fresia Castro ya lo entendió, y dentro de su enorme capacidad de Amor y desde la conexión enseñada en su Método de Activación, nos entrega este regalo; como un mensaje amoroso, como un libro de imágenes que guardamos en nuestra memoria del origen, sólo debemos volverlo a hojear.